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“La gran repatriación: EU devuelve a 59.747 mexicanos, mientras la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México refuta el estatus de “seguridad migratoria” en México”

La presidenta de México, en una conferencia de prensa este jueves, informó que desde el 20 de enero, fecha en que Donald Trump retomó la presidencia de Estados Unidos por segunda ocasión, alrededor de 20 mil personas han sido deportadas del país vecino. Esta cifra no solo refleja la dura política migratoria implementada por el …

La presidenta de México, en una conferencia de prensa este jueves, informó que desde el 20 de enero, fecha en que Donald Trump retomó la presidencia de Estados Unidos por segunda ocasión, alrededor de 20 mil personas han sido deportadas del país vecino. Esta cifra no solo refleja la dura política migratoria implementada por el gobierno estadounidense, sino también la situación humanitaria crítica que enfrentan miles de personas, principalmente familiares y niños, que ven sus vidas en peligro.

La presidente mexicana subrayó que, según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la mayoría de estas personas tienen algún vínculo con México, ya sea porque han nacido aquí o tienen parientes o amigos en el país. Esto significa que muchos de ellos dejarán atrás a familiares, amigos y comunidades que dependen de su apoyo económico y emocional.

La deportación masiva de personas también tiene implicaciones graves para la economía mexicana. Muchos de los afectados son trabajadores informales o emigrantes que contribuyen significativamente al PIB del país a través de sus remesas familiares. La pérdida de esta mano de obra puede tener un impacto significativo en las economías locales y regionales.

Además, la presidenta mexicana denunció la brutalidad y falta de humanidad con que se han llevado a cabo estas deportaciones. “No podemos dejar que el dolor y la desesperación prevalezcan sobre la dignidad humana”, sentenció. La presidenta también destacó que su gobierno ha trabajado arduamente para proteger los derechos de los migrantes y refugiados, pero ha sido víctima de las políticas discriminatorias y xenófobas del gobierno estadounidense.

La situación de los deportados mexicanos es especialmente grave. Muchos no tienen acceso a servicios básicos como la atención médica o la educación, lo que les deja expuestos a situaciones peligrosas y vulnerables. La presidenta mexicana pidió al gobierno estadounidense que reconsiderara su política migratoria y priorizara la protección de las personas que buscan un futuro mejor.

La situación de los migrantes es una reflexión del Estado de bienestar en el que vivimos, dijo la presidenta. “Es nuestro deber como sociedad garantizar el respeto a la dignidad humana y el acceso a servicios básicos para todos, sin distinciones”. La presidenta mexicana también llamó a la comunidad internacional a unirse en apoyo a los migrantes y refugiados y a exigir que se cumplan los compromisos internacionales en materia de protección de los derechos humanos.

En resumen, la presidenta de México denunció la situación desesperada de miles de personas que han sido deportadas desde el 20 de enero y llamó a su gobierno y a la comunidad internacional a unirse para proteger sus derechos y garantizar su bienestar.