Relatan que se encuentran con todo tipo de ánimos de las personas, a veces la gente está de humor para regalarles una moneda; sin embargo, en la mayoría de las ocasiones no Son casi las 11 de la mañana, Roberto junto a sus hermanos Juana y Alfredo de oficio “Marimberos” se alistan para recorrer por …
“Marimberos” del Edomex relatan cómo los ha afectado la pandemia del Covid-19

Relatan que se encuentran con todo tipo de ánimos de las personas, a veces la gente está de humor para regalarles una moneda; sin embargo, en la mayoría de las ocasiones no
Son casi las 11 de la mañana, Roberto junto a sus hermanos Juana y Alfredo de oficio “Marimberos” se alistan para recorrer por varias horas las calles de las colonias de la zona nororiente del Valle de México.
Hoy les tocó caminar por Ecatepec, escogen una de las colonias ubicada en la zona limítrofe de Coacalco y se disponen a cargar su instrumento musical que pesa alrededor de 50 kilogramos, esperando que sea un buen día.
Antes de la llegada de la pandemia, la agrupación Marimba “Maderas de Chiapas” tenía contratos de 6 a 10 horas por semana; sin embargo, debido a la alerta sanitaria por la Covid-19 todos los eventos en casas y salones fueron cancelados. Ahora se consideran afortunados si son contratados y llegan a tocar una o dos horas por semana.
La agrupación fue fundada por los padres y tíos de Roberto desde hace más de 30 años, ahora la empresa musical pertenece a los primos, en total son ocho que se ganan la vida tocando tres marimbas. Con base en esto y ante la llegada de la pandemia, los integrantes aseguran que se vieron muy afectados ya que los eventos en casas o salones se cancelaron.
“Únicamente nos quedó el salir a las calles y tocar algunas piezas para pedir cooperación en las casas, también aprovechamos para repartir tarjetas esperando tener suerte y recibir alguna llamada a ver si nos contratan”, expresó Roberto.
Explica que salen a la 11 de la mañana y recorren hasta las 5 o 6 de la tarde las calles de la colonia que fue elegida, los dos hombres son los encargados de cargar el instrumento musical, una marimba construida a base de madera especial que pesa entre 40 y 50 kilogramos, hay más grandes que rebasan los 150 kilogramos de peso.
“No coopera para la marimba”, es la frase que una de las tres personas dice cada que llama puerta tras puerta mientras los otros dos, de manera diestramente están tocando melodías. Generalmente recibe entre tres o cinco pesos si hubo suerte y abrieron las puertas que son tocadas.